Las válvulas de gestión electrónica ofrecen mejoras evidentes en potencia y emisiones contaminantes. Por ejemplo, en el banco de potencia las emisiones de CO2 se reducen un 7,5%, aunque desde Camcon afirman que tiene el potencial de llegar al 20%.
Las válvulas de alzada variable no suponen ninguna novedad en nuestros tiempos, pero su funcionamiento estaba basado en sistemas mecánicos no electrónicos, la novedad es que ahora la válvula se gestiona de manera completamente independiente lo que permite ajustes diferentes para cada escenario.
Cada válvula es capaz de actuar por separado, ajustando el momento de actuación, su alzada y el intervalo, independientemente de las revoluciones del motor. Al sistema se le ha denominado Intelligent Valve Actuation (IVA) y Camcon adelanta que es completamente electrónico, por lo que prescinde de complejos sistemas mecánicos con poleas, correas de distribución, muelles de válvula y grades árboles de levas.
De hecho cada válvula cuenta con su propio árbol de levas en miniatura, en un sistema desmodrónico controlado por un motor eléctrico.
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