Según Tráfico, la velocidad causa un tercio de los accidentes mortales y más del 60% de los europeos admite exceder los límites, según datos del European Transport Safety Council (ETSC) que asesora en materia de seguridad vial a la Comisión Europea (CE).

Por ello se incluye en el Tercer Paquete de movilidad la necesidad de instalar sistemas electrónicos de limitación de velocidad ISA, que son capaces de leer la velocidad indicada por las señales de Tráfico.

El sistema se basa en el limitador de velocidad ya presente en la mayoría de vehículos nuevos, el GPS integrado en los sistemas de llamada de emergencia eCall y las cámaras que permiten leer las señales.

La instalación de ISA en un vehículo antiguo tendría un precio de 800 euros, y podría ser anulado en un acelerón o apagado temporalmente, por lo que el conductor será el responsable final de su funcionamiento. En los vehículos ya matriculados sería complicado obligar a los propietarios a pagar el importe necesario para su instalación, en caso de que pudiera realizarse.

Marcas como Ford, Honda, Jaguar-Land Rover, Mercedes, Opel, Peugeot, Citroën, Renault o Volvo, ya ofrecen sistemas que se aproximan al ISA y no sería difícil que comiencen a implementarlos en sus modelos.

ISA podrían reducir en un 30% las colisiones y en un 20% las muertes, según el ETSC. Por ello se busca que el ISA sea parte del equipamiento obligatorio de los automóviles antes de 2030.

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