Una reducción del 1,5% que sabe a poco, pero que aleja la preocupantes tendencia alcista de los dos últimos años. Aunque aún dista del mínimo alcanzado en 2015 con 1.131 víctimas.

Fernando Grande-Marlaska, que ha advertido: "Tampoco vamos a tirar las campanas al vuelo, hay muchas cuestiones para preocuparnos". La pregunta es si el descenso se debe a un auténtico cambio de tendencia o es simplemente una desviación estadística azarosa, dentro de una pauta de largo plazo alcista.

El director de la DGT, Pere Navarro lo ve así, en seguridad vial nunca hay buenos datos, “hay malos o muy malos”; "Después de dos años aumentando el número de fallecidos por accidente de tráfico, se ha conseguido frenar la siniestralidad, lo que podría indicar que estamos ante un punto de inflexión y cambio de tendencia". La siniestralidad ha descendido desde su llegada al cargo en un 9,5%, y eso a pesar de un verano que hacía temer lo peor.

El documento muestra solo números provisionales, hasta mediados de año no tendremos las cifras definitivas de muertes. Para entonces contaremos también con las cifras de fallecidos en las ciudades y durante los 30 días posteriores al accidente.

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