El nuevo cinemómetro se utilizará especialmente en las carreteras secundarias salmantinas, donde se está registrando un mayor número de accidentes de tráfico.

El Veloláser se caracteriza porque puede ser transportado por las motos de la Guardia Civil de Tráfico y se instalan directamente sobre los guardarraíles. Algo que podría ser ilegal, como se denunció por primera vez en Salamanca, ya que entre el radar y el guardarraíl tiene que quedar una anchura de trabajo de 1,3 metros.

Los radares Veloláser sobre guardarraíles incumplen el Reglamento General de Circulación, y no cumplen el artículo 9 de la Constitución, pero no se ha logrado que la Guardia Civil prescinda de un radar que cuesta unos 15.000 euros.

El compacto cinemómetro tiene la particularidad de poder ser utilizado a distancia mediante conexión 3G o 4G. Así los agentes pueden estar camuflados a más de un kilómetro de distancia del lugar de medición y controlar el mismo mediante el uso de una tablet. Además son capaces de reconocer el tipo de vehículo y pueden operar en más de un carril de la vía.

El Subsector de Tráfico explica que los tramos en los que podemos toparnos con uno de estos radares portátiles se anunciarán en la web de la DGT, y en sus cercanías directamente mediante señales.

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