El impuesto se cobra a todos por igual, a pesar de que a los alemanes se les desgrava posteriormente en la tasa del impuesto de circulación que tienen que abonar anualmente.

El recurso presentado en 2016 por Austria fue respaldado posteriormente por terceros países como Holanda, aunque la decisión alemana contó con el apoyo de Dinamarca.

La conocida como tarifa de la viñeta, graba a los vehículos que utilizan las autopistas alemanas en función del tipo de motor, cilindrada y clase de emisión, por lo que la tarifa varía desde 2,5 a 25 euros para diez días, o de 7 a 55 euros para dos meses. En caso de una viñeta anual tendremos que abonar 130 euros.

Se trata de un sistema de peaje por uso de la infraestructura que se aplica a vehículos de menos de 3,5 toneladas. Los conductores alemanes lo hacen a través de una viñeta anual, de la que se pueden desgravar lo que pagan in situ. Los conductores extranjeros no tienen más remedio que pagar por utilizar las carreteras alemanas.

Así lo afirma el Abogado General, que no aprecia discriminación en la medida porque compara dos grupos de personas que no son equiparables. Además, Alemania actúa de pleno derecho teniendo en cuenta el coste de su red de autopistas que ha sido financiado por los contribuyentes.

Hay que recordar que las opiniones del Abogado General no son vinculantes para el Tribunal con sede en Luxemburgo, pero indica que tampoco observa trato desfavorable para los conductores extranjeros, porque no están obligados a pagar la viñeta anual (como ya hacen los conductores registrados en Alemania).

Además la Unión Europea apoya una política de pago por uso de la vía, del mismo modo que ya existe una medida similar de quién contamina paga.

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