La gran concentración de motos que vive la Tramontana cada fin de semana ha llevado a la movilización de los vecinos, y ha deparado las quejas del alcalde de Bunyola y del presidente de la Mancomunidad de Tramuntana.
Las carreras organizadas de manera informal afectan a la vida de los residentes en la zona y a los turistas que se acercan a la Sierra para una experiencia de contacto con la naturaleza y el paisaje.
Un silencio que se ve roto por algunas motos que circulan sin los tubos de escape homologados en carreras que ponen en riesgo la salud de los demás usuarios de la vía.
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