La moto elegida no es otra que la Zero FX Eléctrica, que ofrece una autonomía de 146 kilómetros, con 44 CV de potencia y casi 140 km/h de velocidad máxima, tiene un bajo mantenimiento y es totalmente automática. Cada Zero FX adaptada para las funciones policiales ha costado 18.181 euros.
El gerente de Seguridad del Ayuntamiento, Jordi Samsó, ha comunicado que la vigilancia forestal y en interiores de parques urbanos será con motos eléctricas.
De este modo la flota de la Guardia Urbana de Barcelona que asciende a 542 vehículos, estará compuesta en un 30% por modelos híbridos o eléctricos.
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