La última patente interceptada muestra lo que parece ser el sistema de refrigeración de las baterías mediante una canalización de aire forzado que recuerda mucho al RAM-AIR de los motores de combustión.

Una toma de aire anterior canaliza el aire fresco hacia una caja superior (Air-Box) que se encuentra justo bajo donde debería estar el depósito de combustible. El aire caliente sale por su parte posterior.

En el tubo de aire hay situado un pequeño radiador de aceite que también hace su parte por enfriar el conjunto del motor y la trasmisión. La bomba de aceite se encuentra justo donde debería andar el cárter.

Los motores eléctricos tienen un porcentaje de pérdida por calor muy reducido en comparación con los de combustión, pero cuando son sometidos a muchos cambios bruscos terminan recalentados y eso redunda en su durabilidad. Refrigerarlos es una tarea relativamente sencilla, y en los de menos prestaciones se hace mediante unas simples aletas de metal, como en los cilindros refrigerados por aire de cualquier motor convencional.

Pero el modelo de Kawasaki parece que tendrá unas prestaciones tan sobresalientes como las que nos tiene acostumbrados, por lo que la mecánica recurre a refrigeración por aceite y aire forzado.

No obstante, lo que más nos llama la atención es que Kawasaki no tiene decidido aún la disposición de las baterías, mientras que en una patente previa iban situadas  en diagonal siguiendo la línea que une la horquilla con la suspensión trasera, en la última adoptan una disposición vertical, menos atractiva, pero que permite incrementar el número de baterías y su autonomía.