Las asociaciones de motoristas calculan que estos sistemas de protección son la causa del 15% de las muertes en accidente de moto.
La Diputación Foral de Vizcaya puso en marcha en 2006 un Plan de Mantenimiento de Carreteras bajo el cual se destinan medio millón de euros anuales para hacer más seguras las carreteras que suelen transitar los motoristas.
Dentro de dicho Plan se implantarán sistemas de protección más seguros para los motoristas, porque los pilones en forma de T de los guardarraíles resultan mucho más lesivos en caso de sufrir un accidente que su no existencia.
De los 8,3 kilómetros previstos este años se ha sacado a licitación el proyecto para acometer los primeros 7,2 kilómetros, que corresponden al corredor del Txorierri, la carretera N-637, y la red funcional del área I. En concreto, se va a actuar en el tronco del corredor, entre Derio y Erletxes, así como en los enlaces a la N-637 en Cruces, Erandio, Enekuri, Artxanda, Derio, Lezama y Larrabetzu.
También se ejecutarán labores para que los motoristas puedan circular más tranquilos en la BI-634, entre Berango y Mungia;la BI-635, entre Lemoa y Gernika;la BI-735, entre Lutxana y Asua;la BI-2101, entre Larrauri y Bakio;la BI-2120, entre Mungia y Plentzia, y la BI-2122, entre Sopelana y Plentzia. Las obras comenzarán el próximo junio y se prolongarán durante un plazo de cinco meses.
Desde que el plan se puso en marcha en 2006, la Diputación ha instalado 96 kilómetros de barreras de protección para motoristas: 9,6 en el área funcional I, 15,9 en el área II, 11,6 en el área III y 58,5 en el área IV. Con una inversión total de 5,8 millones de euros.
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