La carrocería de la Honda parece estar inspiranda en su línea CRF, mientras que Mugen toma prestado destalles de estilo del modelo de competición Shinden para dotar de una personalidad inconfundible a la T-Rex. Algo que apreciamos especialmente en la forma de sus carenados angulosos.
El efecto visual de esa especie de branquias es bastante sorprendente, aunque desconocemos si desempeñan algún papel funcional.
De momento sigue siendo un modelo puramente conceptual, por lo que habrá que esperar al visto bueno de Honda-Mugen, para poder ver la versión definitiva de la Mugen T-Rex.
Fuente: Mugen