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El mercado vintage cuenta con nuevos contendientes. Las versiones scrambler llegan al universo Royal Enfield, en la forma de las Bullet 350 y 500 cc bajola denominación `Trials Works Replica´.
La Bullet 350 ofrece unos 20 CV de potencia, y la 500 unos 28 CV, y van acoplados a una trasmisión de cinco velocidades. Ambos modelos cuentan con mecánicas monocilíndricas enfriadas por aire e inyección electrónica EFI. Son motos que recuerdan a las primeras scrambler de los años sesenta. Motos naked modificadas para disputar carreras sobre tierra por los propios usuarios.
La serie Trials adopta neumáticos Ceat, el escape con salida en alto aunque no sean paralelos al suelo, como suele ser habitual en todas las scrambler. También llevan otros elementos distintivos de las primeras motos para realizar trial, como protector del faro, protector del carter, manillar ancho, y guardapolvos para la horquilla.
El asiento único tampoco concuerda exactamente con el asiento corrido de las scrambler más modernas, sino con aquellas motos de competición, algo que se vuelve a recordar con el guiño del portanúmeros lateral.
Las llantas son de 19 pulgadas delante y de 18 pulgadas la trasera, y el sistema de frenos adopta un ABS estándar de doble canal.
No nos equivoquemos, no es una moto para transitar habitualmente por caminos off-road. Ni el recorrido de las suspensiones, ni los guardabarros, ayudaran a sortear adecuadamente los obstáculos cuando las condiciones se ponen difíciles.
A nivel estético se distinguen fácilmente porque la Bullet 350 monta un cuadro rojo, mientras que la Bullet 500 tiene un cuadro verde. En ambos casos se puede recurrir al amplio catálogo de accesorios adicionales para su personalización.
