En los nombres de las baterías viene el proveedor LG Chem, SK Innovatio, BYD, CATL, Panasonic, Samsung SDI, y unas letras con números del tipo “NCM 622”.

Esto último es lo que vamos a tratar de explicar a continuación. La química de la batería es esencial sobre todo a nivel de los cátodos, aquí es donde se dirime la batalla por el control industrial de la nueva era de la movilidad eléctrica.

Los cátodos más avanzados están compuestos por cantidades variables de níquel, cobalto y manganeso (entre otros), lo que se traduce en las siglas “NCM”. Los números que siguen a continuación determinan el porcentaje de cada compuesto en el cátodo. Así una batería NCM 333, tiene un tercio de cada elemento químico en su composición.

Las denominaciones más antiguas muestran cifras como la NCM 622 o 523. De los tres elementos antes citados el cobalto es el que se desea introducir en menor cantidad debido a los problemas de suministro y su alto precio. El cobalto se produce principalmente en un reducidísimo número de minas y la mayor parte del mismo viene de minas situadas en territorios con baja seguridad del centro de África.

Esto lleva a los ingenieros industriales a diseñar baterías como la más novedosa NCM 811, que tan solo recurre a un 10% de cobalto y manganeso. Aunque acaba de anunciar el lanzamiento de la primera batería sin cobalto propiedad de SVOLT con denominación química NMx, que tiene un coste de fabricación un 5% inferior y unas prestaciones similares a la NCM 811.

La química NCM es la más frecuente pero no la más ventajosa, dependiendo de la aplicación de la batería y de que se quiera potenciar más su precio, su durabilidad, capacidad, densidad de potencia o entrega de energía, se desarrollan múltiples químicas con denominaciones como NCA (el manganeso cambia por aluminio).

Fuente: forococheselectricos, interactanalysis, hibridosyelectricos