Las matriculaciones de motocicletas han descendido un 96%, las de ciclomotores un 83%, y las de triciclos y cuadriciclos ligeros casi un 90%. Tan solo las motos eléctricas se salvan parcialmente de la debacle, con una caída del 67%, gracias a que la mayor parte de las ventas se deben a adquisiciones de flotas a través de internet. Así comprobamos que se matricularon más motos eléctricas (309) que convencionales (252), por primera vez en la historia.

Pese a los malos datos, el peso específico de la moto en el mercado se incrementa: del 12% de los vehículos en 2019, al 13% en los 4 primeros meses de 2020. Ante la falta de seguridad del transporte público, se opta cada vez más por el vehículo privado, con la moto como gran alternativa de movilidad. Los vehículos de dos ruedas ya suman 5,5 millones en España.

La moto cuenta con una larga tradición social, industrial y deportiva en España y su presencia en las calles, porque así lo deciden los ciudadanos, ha crecido de forma significativa en los últimos años. Su eficacia y eficiencia en el entorno de la movilidad actual ha permitido que el mercado de motos se haya multiplicado casi por dos desde 2013.

ANESDOR rubricó, junto al resto de asociaciones de la automoción, un documento de solicitud de un plan de choque que contribuya a dinamizar el mercado y permita a las empresas sostener los empleos.

El sector representante de las marcas del sector de las dos ruedas pide a los Ministerios de Industria, Transición Ecológica y Transportes que cuenten con la moto en sus planes de reconstrucción del sector de la automoción y la movilidad.

El escenario actual presenta una oportunidad social para España compruebe los beneficios de la movilidad ligera. Las motos eléctricas han evolucionado en los últimos años maximizando su eficiencia, reduciendo costos y mostrándose beneficiosas en términos medioambientales. Es el momento de que los Gobiernos centrales y autonómicos apuesten por la moto.

Fuente: ANESDOR