En todos los casos, las plataformas deberán registrar su actividad en el Registro de Plataformas Digitales y desvelar algunos datos de sus algoritmos. En dicho punto es donde saltan las principales dudas pues se podría poner en compromiso la propiedad intelectual.

El trasfondo de la futura ley de riders es la de abordar la situación de unos repartidores que en muchos casos realizan su labor de manera precaria. Trabajadores de Deliveroo o Glovo podrían verse beneficiados de la nueva ley, tras ser declarados “falsos autónomos” por el Tribunal Supremo.

De este modo se aborda la problemática desde una perspectiva diferente. Si en un principio se buscaba que las plataformas tipo Glovo pagaran un plus salarial o “retribución específica” en concepto de gastos derivados de su labor, ahora se buscará que sean las propias empresas las que doten a sus trabajadores de los medios necesarios para realizar su labor. Esto equivale a reconocer a los riders como trabajadores por cuenta ajena. 

Fuente: La Información