Asociación Mutua Motera

      
 
 
Multan a una moto en Mallorca por el exceso de velocidad de un coche en Barcelona
  8 de Marzo de 2013
  Multan a una moto en Mallorca por el exceso de velocidad de un coche en Barcelona

  • El afectado tiene un laboratorio de criminalística y probó la manipulación.
  • El Servei de Trànsit de la Generalitat lo niega pero se iniciará una investigación.

El guinness del absurdo venía sellado en forma de carta. El Servei de Trànsit de la Generalitat de Catalunya le notificó el miércoles pasado una multa de tráfico por conducir un vehículo que nunca vio, en un lugar donde no estuvo. Lo que no sabía el organismo catalán es que el sancionado era el propietario de un laboratorio de criminalística documental en Mallorca y ha demostrado que la multa está manipulada.

La disparatada historia del cazador cazado se inició la semana pasada cuando José Pedro Venzal recibió en su domicilio familiar de Mallorca una denuncia con los datos de su scooter –una Kimco de 125 centímetros cúbicos– y la fotografía del radar de un Renault Clio que circulaba por la A2 de Barcelona a 114,4 kilómetros por hora con la misma matrícula de su motocicleta.

"Lo que me llamó la atención es que un coche tuviera la matrícula de una moto", apunta. Entonces se puso las gafas, se acercó la imagen unos centímetros y vio claramente que la matrícula que figuraba en el Clio infractor estaba superpuesta sobre la original. A simple vista pudo diferenciar que dos de los cuatro lados del rectángulo de la matrícula eran de un color menos blanco.

El defecto profesional salió a escena. Se fue al laboratorio, la observó en un microscopio y, posteriormente, hizo un análisis multiespectral en el que se evidenciaba claramente que el contorno de la pastilla blanca no encajaba sobre la matrícula original del vehículo. El copia-y-pega del photoshop no se realizó de forma perfecta y el chapuzas quedó en evidencia ante un profesional.

Venzal tiene claro que una máquina no pudo asignar la matrícula de una moto a un coche. Alguien lo hizo. "Entiendo que el responsable ha tenido la mala suerte de toparse con alguien como yo, que en su día a día analiza documentos falsificados y manipulaciones", bromea.

La hipótesis que baraja es que el radar, por efecto de la falta o el exceso de luz, no captó bien los números de la matrícula y el Servei de Trànsit cogió la matrícula más parecida y, presuntamente, la colocó sin reparar en que pertenecía a una moto. "Es una opinión que he puesto en manos del departamento jurídico del laboratorio para que procedan en consecuencia", añade.

Por su parte el Servei de Trànsit de la Generalitat de Catalunya asegura que el sistema de transmisión de fotos no permite manipular las imágenes y que en ningún caso son manipuladas por el personal. "Hechas las comprobaciones oportunas, la foto que se ha enviado en la notificación corresponde exactamente a la imagen que se envió desde el radar", detallan.

No obstante, este departamento ha trasladado los hechos a los Mossos D'Esquadra para que abran una investigación y explica que el error podría deberse a una presunta duplicidad de placas de matrícula.

La justicia dictaminará si ha habido tal manipulación fraudulenta del documento administrativo. Hasta entonces, Venzal se conforma con que le retiren la multa de 100 euros y atiendan el recurso que presentó el jueves ante Delegación de Gobierno.

"Aun entendiendo las necesidades imperiosas que de recaudación dineraria pueda tener su departamento [Servei Català de Trànsit], habida cuenta de cómo está esta España nuestra, le informo de que el día de la infracción no me encontraba en su Comunidad Autónoma... Estaba en Mallorca, como la mayoría de días del año, al residir y trabajar en esta maravillosa isla que, aunque cerca de Barcelona, nos separa un trocito del Mediterráneo que tanto nos identifica", expone en sus alegaciones con tono sarcástico.

También asegura que no es titular de ningún Renault Clio y muestra dudas de que el radar sea tan exacto para calcular la velocidad de los infractores pero "tenga una óptica tan mal calibrada que no pueda captar la matrícula aunque sí sus llantas".

Nada coincide en esta historia, salvo los datos de un vehículo de dos ruedas que nunca ha salido de la Isla y que «con esfuerzo» a veces alcanza los 100 kilómetros por hora. "Una vez que llegaba tarde al aeropuerto cuesta abajo por la autovía alcancé 105 pero no fueron ni 15 segundos".

El Mundo