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¿Cuál es el mejor compuesto para las pastillas de freno?
  3 de Noviembre de 2016
  ¿Cuál es el mejor compuesto para las pastillas de freno?

La pastilla de freno perfecta aún no ha sido inventada, existen tres compuestos principales pero cada uno tiene un rango de utilización óptimo. Desde las económicas pastillas de freno orgánicas, pasando por las semi-metálicas y hasta llegar a las cerámicas, todas tienen sus pros y sus contras.

Las pastillas orgánicas son las que vienen de serie en la mayoría de modelos, son pastillas económicas y proporcionan una gran fricción partiendo desde frío. Su problemas comienzan cuando se hace un uso demasiado intensivo de los frenos, pues tienden a sobrecalentarse generando en el pedal (o la maneta de freno) una fea sensación de esponjosidad. Esto es síntoma de que las estamos llevando al extremo de sus posibilidades.

Además son más proclives al desgaste que otros tipos de pastillas porque solo cuentan con un 10 a 30% de metal en su composición, el resto son resinas de alta temperatura derivadas de plantas y otros compuestos.

Por ello para las motos de mayores prestaciones se suele recurrir a las patillas de freno semi-metálicas. En este caso la proporción de meta sube hasta el 30-65% del compuesto. Esto facilita la evacuación del calor e incrementa la durabilidad de la pastilla incluso con una utilización exigente. Por ello es un tipo de pastilla muy versátil y ampliamente utilizado, aunque su precio es sensiblemente superior.

Finalmente nos encontramos con las pastillas de freno cerámicas, las de mayor rendimiento de las tres, pero también, las más caras. Estas pastillas están compuestas por un denso material cerámico que se mezcla con filamentos de cobre u otros metales. En conjunto soportan muy bien la conducción más exigente y además son más silenciosas y limpias que las relativamente ruidosas semi-metálicas.

Su vida útil es la más larga, a la par que mantiene la estabilidad del compuesto y sus prestaciones de forma casi inalterada durante todo su ciclo vital. Pero como todo, tienen sus desventajas: necesitan tomar temperatura para comenzar a funcionar, por lo que no son las mejores si vives en climas muy fríos o de montaña. Además aportan un tacto de frenos muy peculiar que exige cierta adaptación inicial. Esa sensación desaparece si los discos son también cerámicos en lugar de ser del habitual acero, pero esto eleva considerablemente el precio del conjunto, por lo que la combinación solo la encontramos en casos contados.

Por supuesto existen pastillas con rendimiento aún superior como las de carbono-cerámica de los modelos de competición. Pero estas están destinadas en exclusiva, por precio y funcionalidad, a las motos de carreras. O las denominadas pastillas sinterizadas, que son pastillas semi-metálicas con un contenido metálico superior al 65%. Para su utilización en modelos de calle se suele recurrir a compuestos metálicos de latón, bronce o cobre, e incluso se utiliza el hierro para las destinadas a un uso más deportivo. Su utilización suele dejar rastro pues producen un polvillo negro corrosivo que conviene retirar de las llantas.

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