Gracias a su compacidad es un dispositivo fácil de transportar en una pequeña bolsa, lo que facilita su utilización por los agentes en moto.
El radar será capaz de detectar vehículos a velocidades de hasta 300 km/h con un alcance máximo de 640 metros, y en condiciones meteorológicas adversas gracias a su resistente carcasa.
Para mayor precisión se puede fijar en un trípode. La gendarmería adquirirá 1.000 unidades en los próximos cuatro años, por lo que habrá que tener especial cuidado con los límites de velocidad en las carreteras francesas.
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