Una de los primeros usos de los drones podría ser el control del uso del teléfono móvil durante la conducción, causa del 32% de los accidentes de 2017. Aunque con el tiempo se trabajará en la interoperabilidad de los drones con los helicópteros Pegasus y con los radares fijos y móviles, para mejorar la persecución del delito y el cumplimiento de las normas en la carretera.

Gregorio Serrano, responsable de la DGT, indica que hace falta más control sobre los conductores. Para ello se ha regulado el uso de los drones mediante Real Decreto, que ya esta preparado.

La nueva normativa del uso de drones indica que podrán volar por espacio aéreo controlado, realizar vuelos nocturnos, y sobre aglomeraciones de personas al aire libre o en actividades urbanas, siempre que reúnan los requisitos de seguridad dictados por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).

Los drones deberán volar siempre a la vista a menos de 120 metros de altura y alejados a más de 8 km de los aeropuertos. No podrán volar en espacio aéreo controlado, o si las condiciones meteorológicas no son las adecuadas y ponen en peligro bienes o personas.

De este modo los drones podrían pasar muy pronto a formar parte de la actividad diaria de diversas Administraciones. Comenzando por la propia DGT, pero también Hacienda (control fiscal), lucha contra los grafiteros, contra el contrabando, limpieza de rascacielos, auditoria de construcciones, lucha contra incendios, control de fronteras, etc.

En el plano empresarial involucra a 3.000 empresas, con más de 3.693 pilotos y 4.283 dispositivos regulados.

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