El problema que ya se denunció en 2014 surge por el uso inapropiado que se hace de esta vía con límite 80 km/h. En 2016 el parlamento valenciano instó a la DGT a la instalación de radares a través de una Proposición No de Ley. En 2017 recibieron la negativa por parte el Gobierno Central.
Para tratar de evitar los accidentes se ha pintado línea continua en casi todo el trazado, lo que agrava el peligro pues los vehículos más rápidos, como las motocicletas, no pueden adelantar en un tramo de varios kilómetros.
También es difícil encontrar un lugar para realizar de forma segura el cambio de sentido. Por ello se pide solucionar los problemas de convivencia entre los diferentes usuarios de esta vía, así como dotarlas de las adecuadas medidas de seguridad: rotondas, carriles de incorporación, señalización horizontal, etc.
De momento está a punto de finalizar la construcción de una rotonda en el cruce de la CV-800 con la carretera de La Torre, para eliminar uno de los puntos peligrosos identificados.
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