Argentina, Chile y Bolivia caen de la edición 2019, que tendrá exclusivamente a Lima como punto de inicio el 6 de enero y de final de la prueba el 17 de enero. El recorrido realizará un bucle por los principales desiertos peruanos.
Unos desiertos tórridos y muy variados que permitirán sortear los efectos climáticos del El Niño y La Niña, que en pasadas ediciones han causado verdaderos estragos en la organización del Dakar.
La dificultad de las etapas también va a sufrir modificaciones, con una mayor progresividad para que la eliminación o los abandonos de los diversos participantes no sea brusca y azarosa, sino sujeta a al progresivo endurecimiento del rally conforme se acerca a la meta. De lo que no cabe duda es que seguirá siendo la prueba más dura, con mayor presencia de arena que nunca.
Entre las novedades está la incorporación de la Semi-Marathon. Con ella se dará más posibilidad de reengancharse a los corredores que por una razón u otra hayan quedado fuera de la carrera durante la primera semana. Lo podrán hacer tras la jornada de descanso, pero solo estará habilitada para los corredores de coches, camiones o SxS, las motos no podrán reincorporarse. Y entrarán dentro de una clasificación diferente a los competidores principales.
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