Los semáforos virtuales mediante una luz verde o rojo que se muestra en la cabina, ha sido probado en las carreteras de Pittsburgh (EE UU), donde existe una red carretera estándar no regulada por semáforos físicos. Una red cuadriculada de carreteras cuya estructura es poco frecuente encontrar en las carreteras europeas o de otras partes del mundo.
Pero la eficacia en los Estados Unidos está demostrada y tras recorrer 20 cruces con semáforos virtuales se compararon los datos con el mismo recorrido utilizando las señales de ceda el paso o las de STOP. El sistema virtual mejoró de manera sustancial los tiempos de desplazamiento, demostrando que reducen los tiempos de viaje en más de un 20%. En las rutas con intersecciones no señalizadas el tiempo puede llegar a reducirse en un 30%.
Los peatones también podrían introducirse en el protocolo de semáforo virtual, mediante una aplicación para su Smartphone, aunque en este caso quedarían en situación vulnerable todos los niños, ancianos y personas con discapacidad que no pueden utilizar el móvil.
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