Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, defiende que en la nueva movilidad se debe apostar por todo tipo de tecnologías, lo que incluye el diésel. En España hay un 56% de automóviles diésel por los que los distribuidores de combustible han hecho una fuerte apuesta por él, lo que incluye refinerías adaptadas, adquisición a terceros países, etcétera.
Imaz opina que los vehículos movidos por gasóleo consumen menos y por tanto, envían menos emisiones de CO2 a la atmósfera. Con la exigente normativa Euro 6 emiten un 84% menos de óxidos de nitrógeno (NOx) y un 90% menos de partículas en comparación a los fabricados en el año 2000.
El problema según Imaz, no es tanto el diésel sino las tecnologías obsoletas de las mecánicas debidas a un parque de automóviles con una media de 12 años, cuando en 2008 era inferior a 9. España es una potencia en términos de fabricación de automóviles y se debe proteger la industria y los puestos de trabajo.
Pero en el Parlamento Británico la discusión es muy otra y buscan la manera de proteger el medio ambiente y adaptarse a la nueva movilidad lo antes posible. Sin en principio se anunció la prohibición de vehículos de combustión para 2040, ahora se quiere acercar la fecha hasta el 2032 porque consideran que el programa actual es poco ambicioso y falto de concreción.
Desde el sector público se deben adoptar medidas que faciliten la adquisición de vehículos eléctricos, especialmente de aquellos más asequibles. Junto con las ayudas se debe asegurar una red de recarga amplia y eficiente, bien regulada y que cuente con colaboración público-privada para acortar plazos. Mientras no se cumplan estos requisitos seguirán existiendo importantes barreras para la expansión del vehículo eléctrico.
Fuente: Repsol y FCE
