La empresa con sello español Sico, junto con el Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas), ha desarrollado un nuevo sistema que se implantado directamente en la carretera permite evitar el laborioso traslado mediante camiones del fundente (salmuera).
El sistema se ha puesto a prueba en varias carreteras, como la aragonesa A-23, la autovía del Nordeste, la N-420 o la autopista de peaje AP-68 a su paso por Altube (Álava).
El invento consiste en una serie de aspersores situados directamente sobre la vía que, a semejanza de los que riegan el césped, pulveriza directamente el agua y la sal sobre el asfalto. La central de salmuera puede estar bajo tierra evitando el riesgo de desencadenar un accidente.
Al estar implantado de manera local puede actuar de manera automática, por lo que la reacción ante la inminente formación de placas de hielo es mucho más rápida y se puede realizar de una hora para otra, en lugar de esperar varias horas o incluso días (dependiendo de la accesibilidad de la vía).
El objetivo inicial pasa por instalar el sistema de aspersores en aquellos puntos más problemáticos por la frecuente formación de placas de hielo o por la acumulación de la nieve. Según adelantan desde la empresa, el reactor tiene un precio de 16.000 euros y garantizan 15 años de vida.
Fuente