El periodo de presentación de la documentación para la solicitud de licencias comenzó en octubre de 2019, y el proceso de selección se realizará antes de finalizar el año. Pero no será hasta el primer trimestre de 2020 cuando se adjudiquen finalmente. Entonces las compañías deberán abonar los importes por licencia, la garantía del conjunto del parque, y acogerse al Código de Buenas Prácticas.
El plazo se amplía con el fin de asegurar la presentación de toda la documentación pertinente y la aplicación de posibles enmiendas, pues en muchos casos se han tenido que solicitar información adicional.
El coste por licencia será de 71,51 euros anuales, según la Ordenanza Fiscal 3.10 (2019), por lo que cada vehículo tendrá un número de identificación municipal a parte de la matrícula. Con el fin de favorecer la competencia, las empresas con más capacidad no podrán disponer de más de 2.319 licencias del total de 6.958 concedidas en Barcelona.
En caso de dejar de utilizarse una licencia por un periodo superior a 20 días, esta quedará libre para que pueda ser solicitada por otra. Finalmente, por circunstancias de interés público, también podrán revocarse las licencias. Las sanciones por incumplimiento parten de los 450,8 euros, y se podrá confiscar la garantía, que se calcula sobre la base del 10% del conjunto de la tasa del parque de vehículos de cada compañía.
Una vez concedidas, cada licencia tendrá una vigencia inicial de 3 años, prorrogable por un año más a criterio del Ayuntamiento: “La cifra total de licencias en la ciudad será revisada cada año tal como prevé la normativa para poder hacer los ajustes necesarios, de acuerdo a la capacidad del espacio público para absorber esta tipología de movilidad”.
Fuente: 20minutos