La idea es que las motos respeten en lugar de los peatones en las aceras, para lo que deben cumplir estrictamente con la nueva normativa municipal. Barcelona trabaja para que la gente elija los desplazamientos a pie o en transporte público, por ser más seguros y sostenibles.
La normativa lleva a los motoristas a aparcar en las zonas habilitadas sobre la calzada, haciendo más estricta la legislación al respecto de aparcar las motos en las aceras. Impidiendo expresamente que circulen por las mismas, o por los carriles bus o bici.
Al menos en una decena de zonas de la ciudad se llevará a cabo una reordenación de los aparcamientos para las motocicletas. El fin es lograr que los más de 2.000 casos de motocicletas mal aparcados se reduzcan a cero. En este sentido se incrementarán los incentivos para que las motos estacionen en parkings subterráneos o sobre la calzada.
Las principales zonas que sufrirán cambios en los estacionamientos para motos serán: avenida Francesc Cambó (Ciutat Vella), calle Girona (Eixample), plaza Joan Peiró (Sants-Montjuïc), Sabino Arana-Gran Via Carles III (Les Corts), Borí i Fontestà-Can Ràbia (Sarrià-Sant Gervasi), Plaça del Nord (Gràcia), Font d'en Fargues-Passeig Maragall (Horta-Guinardó), Fabra i Puig-Teide (Nou Barris), Neopàtria (Sant Andreu) y Bolívia (Sant Martí).