La Ley Europea del Clima, supervisado por el Ejecutivo de úrsula Von der Leyen se compromete a reducir la emisión de CO2 para 2030, pero ahora se añade que en 2050 el balance será cero, alcanzando la ansiada neutralidad climática en el viejo continente.

El borrador deberá ahora ser debatido y aprobado por el Consejo y la Eurocámara, que no ven claros algunos puntos de la propuesta. Polonia es una de las más reticentes a firmarlo porque es profundamente dependiente del carbón para generar electricidad. Un problema que parece compartir con Hungría, República Checa y Eslovaquia. Alemania es otro de los países que no firman momentáneamente porque no ven complicado cumplir con alguno de los objetivos intermedios, aunque sí se compromete a la neutralidad en 2050.

El objetivo de cero emisiones netas está a tres décadas de distancia, pero la Unión mantendrá la monitorización cada 5 años a partir de 2023, y podría cambiar el objetivo para el más cercano 2030. Para entonces se plantea un nuevo escenario con reducciones del 55% (respecto a 1990) para dicha fecha.

Sin planes concretos, el incremento de temperatura media del planeta será de entre 3 a 4 grados centígrados superior, lo que supone importantes cambios climáticos que no podrán ser compensados por medidas concretas de cada país.

Fuente: El País