El núcleo de las empresas europeas de motocicletas se halla fuertemente afectado por la incidencia del coronavirus y las medidas de cuarentena subsiguientes. Los problemas de logística llevan a una cascada de cierres que a su vez obligan a otros a seguir la estela.

Un ejemplo lo tenemos  en la instalación de KTM en la austriaca Mattighofen, que ha afectado de carambola a la española Gas Gas y la sueca Husqvarna. El grupo a dictaminado dos semanas de parón fabril hasta que mejoren las condiciones de fabricación.

Lo cierto es que gran parte de la cadena de suministros parten de la zona industrial del norte de Italia, es lo que ocurre con las pinzas de freno Brembo, o de países próximos, como los sistemas ABS de BOSCH en Alemania.

La falta de componentes esenciales no solo afectan a los fabricante europeos, Yamaha también se ha suspender operaciones en Francia e Italia.

Todos coinciden en que las fechas de reinicio de producción son estimativas y que se irán revisando semanalmente según evolucione la pandemia del coronavirus. Es el caso de Polini y Brembo, que tienen sede en Brescia y Bérgamo, dos de las zonas más afectadas por la epidemia.

El Grupo Piaggio está siendo la excepción, tras paralizar producción tres días por un positivo entre sus trabajadores, volvió a la producción en Pontedera. Con la matriz funcionando también lo hacen el resto de sus marcas (Aprilia en Noale y Scorzé, y Moto Guzzi en Mandello del Lario).

Fuente: insella