Los servicios de patinetes compartidos han defendido que su modelo de negocio debería de ser impulsado desde la Administración porque contribuye a reducir la huella de carbono del transporte. Este punto queda ahora en entredicho por el nuevo estudio que nos llega desde Viena.

Con la llegada de los patinetes eléctricos y otros VMP, las ciudades no ganan realmente un automovilista menos sino un peatón motorizado más. Peatón que en ocasiones recurre al transporte público, que también es menos contaminante que utilizar los pequeños vehículos eléctricos que se expanden por las ciudades de manera desaforada.

El estudio firmado por Barbara Laa y Ulrich Leth, del Centro de Investigación de Planificación de Transporte e Ingeniería del Tráfico de Viena (Austria), se puede consultar en Science Direct y aparecerá en el Journal of Transport Geography del mes de diciembre. 

Fuente: Business Insider