La fecha de 2030 es un adelanto de 10 años sobre la fecha inicialmente propuesta de 2040, y posteriormente revisada de 2035. Pero, por suerte o por desgracia, dicha prohibición recogida en la ley de descarbonización del Reino Unido sólo será de aplicación a los automóviles, furgonetas y camiones… no a las motos. El país británico se sitúa así por delante de otros países europeos que, como España, legislan un proyecto de Ley del Cambio Climático para la desaparición de este tipo de vehículos en 2040.

Siguiendo las propuestas del Acuerdo de París, el Reino Unido aspira a ser neutral en carbono en el año 2050, para ello promoverá una batería de reformas legales y de ayudas para que los ciudadanos se vayan habituando a la nueva movilidad eléctrica. Subvenciones como los 1.300 millones de libras destinados a la subvención de nuevos puntos de recarga de vehículos eléctricos para particulares y empresas.

Una de las principales incógnitas en el tintero de la nueva ley era el papel que adoptarán las motos en ese camino hacia las cero emisiones en el transporte para 2050. Y por lo que sabemos, las Triumph de 2030 podrán seguir contando con motores de combustión (ICE, por sus siglas en inglés) para su propulsión.

“Economía verde y crecimiento pueden ir de la mano. Afrontemos la amenaza más seria contra nuestro planeta con uno de los programas más innovadores y ambiciosos de creación de empleo que se ha conocido”, ha escrito el Boris Jhonson en una tribuna publicada por Financial Times.

Frans Timmermans, el vicepresidente de la Comisión Europea para el Pacto Verde, ha alertado de la necesidad de implementar “medidas adicionales" antes de 2030 para rebajar las emisiones de CO2 de los vehículos y cumplir con las metas medioambientales de la UE.

La Comisión Europea (CE) podría exigir que los vehículos sean auténticos cero emisiones de dióxido de carbono CO2 a partir de enero de 2026 para obtener la etiqueta de "sostenible" bajo las futuras reglas de inversión verde conocidas como "taxonomía". Sin entrar en mayores detalles, Timmermans declaró ser consciente de que "hay muchos nervios" en el sector de la automoción y aseguró que quiere "hacer esto con diálogo con la industria automovilística, pero sin evitar obstáculos difíciles".

"La industria automovilística es de una importancia crítica en la UE, pero tiene que moverse hacia el vehículo eléctrico", agregó el vicepresidente comunitario, quien subrayó que no se puede "esperar hasta 2029 para hacer una nueva revisión de las emisiones".

Fuente: El País