Las carreteras que están bajo titularidad foral serán un poco más seguras para los motociclistas cuando finalice el año. Imanol Pradales, diputado foral de Desarrollo de Vizcaya, también informó ante la comisión de las Juntas Generales que eliminarían puntos negros para los motoristas.
En su fase actual se abordará dos proyectos, el primero con un presupuesto de 498.000 euros se ejecutará antes de finalizar 2018 en las carreteras N633, N644, N240, BI623, BI625, N634, BI2153, BI2235, BI2237, BI2238, BI2543, BI2701 y la BI2717; el segundo con igual cuantía se ejecutará a principios de 2019 como fecha límite e involucrará a las carreteras A-8 y N637.
Desde 2006 se han realizado diversas actuaciones encaminadas a reducir la peligrosidad de los guardarraíles. Han sido 5,3 millones de euros invertidos para proteger 85,8 kilómetros.
Tras la finalización de las dos últimas fases en 2019, solo quedarán 33 kilómetros de carreteras de titularidad foral que no cuenten con SPM. Pero no será por mucho tiempo, pues se plantea un plan a 4 años vista para su completa renovación.
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