En 2013 la Guardia Civil donó 29 motos a Uruguay, de las que 19 acabaron en manos de la Policía Caminera y 10 pasaron a la Guardia Republicana. Son motos de segunda mano que ya han cumplido sobradamente su papel con los agentes de tráfico españoles y que ahora mantienen su vocación de salvaguardar la seguridad vial en el país sudamericano.
El éxito de la fórmula ha llevado a realizar una segunda donación en 2016. En este caso ha sido la Escuela de Tráfico de Mérida de la Guardia Civil la que ha donado 20 motos a Uruguay.
En símbolo de agradecimiento, la policía de aquel país ha mantenido la mayor parte del esquema de colores de la Guardia Civil, incluida la bandera española que luce sobre uno de los espejos.
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