Aunque los más modernos sistemas ACC son capaces de detectar motocicletas, si estas circulan demasiado cerca del borde de su carril, no responden bien a su presencia. En muchos casos de prueba se ha comprobado que el conductor ha tenido que rectificar la trayectoria porque el Control de Crucero no respondía adecuadamente.
Los sistemas ACC pueden ser de gran ayuda al conductor al permitir acelerar o decelerar el automóvil en función del vehículo que circula justo frente a nosotros. Pero no siempre ocurre así, para este tipo de automatismos las motos son objetos pequeños y rápidos que no siempre se sitúan donde el sistema prevé, lo que dificulta su normal detección.
En muchos casos las motocicletas son detectadas a menor distancia que los automóviles, lo que recorta el tiempo de actuación. A pesar de ello, en todos los casos el tiempo de acción es suficiente. El verdadero problema surge cuando la moto circula tan cerca del borde del carril que no es detectada en absoluto, en dichos casos es el conductor del automóvil el que tiene que realizar la maniobra oportuna.
Dolf Willigers, secretario general de FEMA: "Este informe RDW nos demuestra que los sistemas avanzados de asistencia al conductor de ninguna manera están listos para ser de confianza. Tanto los conductores de automóviles como los motociclistas deberían ser informados de ello. Una advertencia por escrito en el manual de un automóvil no es suficiente. Estos sistemas de asistencia deben probarse adecuadamente y esto debería formar parte del procedimiento de prueba de homologación para todo tipo de automóviles. Un automóvil con sistemas que no superen este procedimiento de homologación, no deberían circular por las vías públicas".
El informe se puede descargar aquí.
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