Entre 2011 y 2015 los accidentes dejaron 935 muertes en la carretera y 4.600 heridos graves. Unas cifras que representan un incremento del 41% en los accidentes con furgonetas que contrasta con los protagonizados por los coches (21%).

Una mala tendencia que puede estar motivada por el incremento del número de autónomos en España que ya supera los 3,1 millones. El incremento del número de automovilistas que alquilan una furgoneta y el fuerte crecimiento del comercio electrónico del 17% en los últimos 10 años.

Detrás de la alta siniestralidad también están las largas jornadas laborales de los conductores, y el estrés de las entregas en hora. Además un 55% de los encuestados cree que los repartidores incumplen las normas de seguridad vial con más frecuencia que el resto de conductores; el 81% cree que los repartidores aparcan sus furgonetas en cualquier sitio; el 72% piensan que se distraen mucho, especialmente con el GPS y el móvil.

Por Comunidades Autónomas la accidentalidad de las furgonetas es especialmente intensa en Baleares, Cataluña y Asturias, mientras que en Cantabria y Navarra, son las que registran menor siniestralidad. La comunidad donde se produce un mayor incremento es en Canarias (170%) y Murcia (154%).

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