En Barcelona desembarca con 500 scooter eléctricos y 1.000 bicicletas, que han contado con la colaboración financiera de la Generalitat a través de Acció (agencia de competitividad de las empresas).
Al igual que el resto de servicios de motosharing que ya operan en nuestro país, se opera directamente desde una aplicación móvil que también permitirá alquilar en un futuro coches eléctricos.
El modelo de servicio será el de free-floating (flota repartida por toda la ciudad). El precio de alquiler de los scooters será de 0,20 euros por minuto y, el de las bicicletas, 0,10 euros por minuto.
Enrico Sargiacomo, director general de Scoot, ha explicado que han elegido Barcelona "por su alto interés en la ecología y la sostenibilidad del modelo de movilidad urbana" y ha asegurado que el impacto en el medio ambiente de los vehículos de Scoot "es un 25 % menor que el de los vehículos de combustión". Mar Pallás (Hailo) liderará la expansión en Europa, donde el grupo estadounidense confía en extender el servicio, al igual que en el mercado Latinoamericano.
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