El fin era pinchar las ruedas de los vehículos policiales, pero no lo logró ni el 6 ni el 10 de septiembre. Lo que sí consiguió fue que lo grabaran las cámaras de video vigilancia lanzando los clavos desde el mismo vehículo que retiró la grúa municipal, la colaboración ciudadana realizó el resto.
El varón de 47 años tendrá ahora que enfrentarse a un delito contra la seguridad vial y daños por el lanzamiento de objetos punzantes, y de sanciones por los desperfectos causados tras el lanzamiento de los clavos y tornillos.
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