El sindicato denuncia el incumplimiento del acuerdo parlamentario incluido en los Presupuestos Generales del Estado 2018. Mientras que otros grupos de funcionarios (como la Policía y la Guardia Civil) ya han visto subir su salario, el de examinadores de tráfico aún no se ha hecho efectiva la medida, por lo que podría volver a encenderse la mecha que llevó a cinco meses de huelga el año pasado.

La pelota parece estar en el tejado de la Comisión Interministerial de Retribuciones (CIR), que se encarga de la retribución a los funcionarios. CSIF recomienda que los examinadores dejen de hacer horas extraordinarias desde el lunes 12 de noviembre. Dichas horas estaban sirviendo para paliar el colapso motivado por la huelga que llevó a cancelar más de 200.000 pruebas el año pasado.

La Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra) responsable de convocar los paros de 2017, amenaza con volver a las reivindicaciones. Las oficinas de la DGT podrían volver a colapsar en diciembre si no se aprecia una pronta subida salarial.

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