Según se explica en el comunicado de Instituciones Penitenciarias, los internos, muchos de los cuales son por atentar contra la seguridad vial, reciben formación en valores cívicos, uso de las vías públicas, sobre los peligros del consumo de alcohol y sobre la conducción temeraria.
Los internos que entraron en la cárcel por delitos relacionados con la seguridad vial fueron 37.000 en 2017, en los tres primeros meses de 2018 se han tramitado 28.000 mandamientos por delitos contra la seguridad vial.
La anterior campaña permitió que más de 1.000 condenados aprobaran el examen teórico y que 500 consiguieran el carné de conducir desde la cárcel.
Los programas y talleres sobre seguridad vial son parte de las penas, que también incluyen trabajos en beneficio de la comunidad.
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