Los que desean una moto lo más próxima a una moto del WSBK tienen en estos ejemplares su mejor exponente. Los carenados son de fibra de carbono, incluidos los guardabarros, la cubierta del depósito de combustible y los conductos de aire.

El asiento parece directamente salido de las motos de carreras, y la pantalla es la que usa Yamaha para las carreras de resistencia.

En esta edición especial no echamos en falta casi nada del equipamiento habitual en las motos de carreras. Está incluidos desde los topes de dirección (amortiguador incluido), pasando por los manillares e interruptores, a la cadena y los piñones que son de compuesto especialmente ligero.

La suspensión Öhlins con horquilla delantera FGRT 2019 y amortiguador trasero TTX36. El escape EVO 2 Titanium de Akrapovic, y los frenos están reacondicionados con unos Brembo de competición con pinzas GP4-RX, pastillas Z04, discos T-Drive de 320 mm y cilindro maestro Cors Corta 19RCS. Todo suena a competición.

Las ruedas calzan unos neumáticos Bridgestone V02, de compuesto blando y las válvulas tienen un ángulo de 90 grados.

Finalmente por 39.500 dólares también tenemos un acelerador de poco recorrido, kit de protección del eje y de la palanca de frenos, protectores de palancas y del cárter. Un par de esterillas, otro par de soportes de carreras y pastillas de soporte traseras, son parte de este completo kit semiprofesional.

En el Yamaha Racing Expirience 2019 se podrá obtener una configuración personalizada.