Aunque la Guardia Urbana ya venía multando desde 2017, lo hacía de manera intermitente y con menor nivel de exigencia del que se aplicará ahora. La labor de la Guardia Urbana ha logrado reducir en casi la mitad los aparcamientos indebidos sobre aceras estrechas o en lugares prohibidos.
El barrio de Vila de Gràcia, será uno de los primeros en ver a la Guardia Urbana en acción. Se comenzará multando en una zona concreta compuesta por cuatro calles, para ir ampliando las zonas cada dos meses, hasta llegar a todo el barrio a finales de 2020.
De forma parecida se actuará en los diferentes distritos. Cada dos meses se multará en diez sitios de los diez distritos, por lo que al finalizar 2020 se habrá actuado sobre 50 puntos conflictivos de la ciudad.
Esta presión añadida puede hacer saltar al colectivo motero. En Barcelona hay unas 262.000 motos para unas 175.000 plazas públicas de aparcamiento. Las plazas señalizadas en superficie ronda las 70.000, a lo que hay que añadir 105.000 no señaladas en las aceras donde está permitido estacionar y los aparcamientos subterráneos de pago.
El Consistorio tiene previsto ampliar las plazas señalizadas en la calle, algo para lo que habla con los operadores de los parkings bajo tierra para que habiliten más espacio por motocicletas y ciclomotores.
Fuente: 20minutos